Esta vez, viajé con Brittany Ferries. Era la primera vez que me subía a un barco de este tipo. Se viaja estupendamente bien. Ni siquiera parece que estés atravesando a no se cuántos nudos, tantísimas millas de mar en un barco; salvo cuando sales afuera para contemplar el océano, observar las luces de los faros u otros barcos, o simplemente fijar la mirada en un punto para ver la espuma que genera tanto tonelage a semejante velocidad.
Plymouth, arribando.
Sarah y Cathy me recomendaron The plume of Feathers para pasar la noche, un Camping en Princetown.
Jane y su marido me anotaron la numeración de carretera que debía seguir para llegar allí. Los cuatro se ofrecieron en ayudarme si llegase a necesitarlo estando en England, y ese es un gesto que les agradezco.
Nos despedimos y comencé a ciclar en la ciudad. Por la izquierda, no debía olvidarlo en ningún momento. Por la izquierda. Me resultaba gracioso. Debía estar atenta hasta ver como iba el tema de circulación en los cruces, semáforos y demás.
No se cuánto, pero al poco tiempo de estar pedaleando, me di cuenta que no iba a ser complicado adaptarme al modo British , más bien todo eran facilidades para ir en bici.
La lluvia me acompañaba de camino hacia Princetown. Comencé a distenderme y disfrutar por carreteras secundarias; dejando atrás la mar, el puerto, la ciudad ; adentrándome en una campiña tan verde como la asturiana, pero con sus peculiaridades.
Llovía a veces con más intensidad, por momentos lluvia fina. De nuevo encantada de estar pedaleando, cargada la BH con mis alforjas, por otro país desconocido totalmente para mí, y al que casualmente decidí viajar como alternativa a un primer lugar que había planificado quedando pendiente de realizar.
Haciéndome al terreno, a la niebla inglesa, a tener la sensación de ir adelantando permanentemente millas, llegué a Princetown.
Diecinueve días más para pedalear y aventurarme por lugares desconocidos.
Este Blog se actualiza semanalmente.
Chiti. ¡¡¡Que viaje!!!Se ve que lo disfrutaste segundo a segundo. Pero seguro que lo mejor está por llegar. Cuando desde tu casa te dejes llevar por los recuerdos, reviviendo tu aventura una y otra vez.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vitor.
Mucho, sabes que sí. Cuando dices lo mejor está por llegar, pienso en la siguiente aventura. Está bien ver las fotos y rememorar , pero... ¿no es verdad que se disfruta más preparando el siguiente viaje Victor, la siguiente aventura? Un abrazo
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